Paisajes y Arquitecturas de la nada comprende el más reciente
trabajo del artista, que se caracteriza por ser el resultante de su fascinación por los fenómenos de la luz en contraste con la sombra, como experiencia óptica, y la disolución de la figura en el paisaje.
Bajo esta misma percepción, y en la reproducción consecutiva, Espinosa descubre el encanto de la línea estructural en la incorporación de la geometría al horizonte natural en el
surgimiento de sus arquitecturas.